Utopía (marzo 2001)
No sé cómo, pero había viajado en el tiempo hacia el futuro, a una época indeterminada en la que la humanidad estaba fracturada en tres grupos sociales distintos y bien diferenciados entre sí. A lo largo de décadas y décadas, la civilización había avanzado en el campo de la tecnología hasta el punto en que todo estaba informatizado. Se había llegado tal vez a la utópica sociedad del ocio en la que eran las máquinas las que lo hacían todo mientras que el ser humano se dedicaba a administrar su tiempo libre en lo que más le pudiera satisfacer: lectura, aprendizaje y formación cultural, viajar, hacer deporte, etc. No tenía que preocuparse de nada, todo estaba en manos de las maquinas e iba sobre ruedas. La humanidad estaba en su edad de oro. Había abandonado las antiguas ciudades y ahora vivía en colosales y ciclópeos edificios capaces de albergar a cientos de miles de personas. Edificios que constituían auténticas unidades urbanas y en los que era posible hacer absolu