Mutantes de Paul Béra
Como matar con la mente e irte de rositas, o lo que no te mata te hará más fuerte.
Colección Anticipación nº 10
Una nueva raza de hombres está aprendiendo a sobrevivir… ¿qué ocurre en el mundo?”.
Colección Anticipación nº 10
Editorial Fleuve Noir para Libroexpress 1976
Otra de Ciencia
Ficción B
Que nadie se imagine
escenas apocalípticas, ciudades en ruinas o mutantes a lo Corben.
Esto va de
supervivientes, que como pueden, han tirado “pa'lante” después
de una guerra nuclear, de esas que fracturan a la sociedad en varios
grupos. Y claro, siempre están los más listos, de los que piensan
que “a aguas revueltas, beneficio de pescadores” y se montan un
tinglado de los de tipo “1984” de Orwell o “Un Mundo Feliz”
(otra vez), de Huxley.
Pero, la historia se
repite, resulta que los más débiles y aparentemente marginados,
acaban descubriendo un secreto que les sirve para darle para el pelo
a los de arriba.
Otra novelilla “duerme
piernas”, (otro abrazo Javier), veraniega y para leerse en la playa
sin que te importe que se te llene de arena, de Paul Béra, que en
realidad se apellidaba Bérato (es comprensible), escritor francés
que en 1989, no tuvo otra ocurrencia que la de morirse, después de
haber escrito un porrón de novelas, entre las que están, por
destacar alguna, “El Cinturón del Robot” o “Los Enigmas
Luminosos”, (de esta misma colección), de haber vivido 74 años y
haber usado una infinidad y obsesiva cantidad de seudónimos, tales como Yves Demèze, Paul Béra, Paul Mystère, Michel Avril, André Gascogne, Steve Evans, Francis Hope, John Luck, Serge Maréreges, Francis Richard, Luigi Saetta, Martin Slang, Jean Vier, Françoise Richard, Téka, Serge Valentin, Alain Janvier, etc.
Eso sí, el hombre está considerado como el precursor de la ciencia ficción francesa, que también la hay.
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Paul Béra 1915-1989 El Hombre Seudónimo |
Sinopsis:
“Es muy fácil
matar: sólo hace falta enredar mi pensamiento en el de mi víctima y
apretar, apretar hasta que mi pensamiento le ahogue. Sólo hay un
pequeño problema: que yo también moriré.
Los Nantis, nuestros
dueños nos han enseñado el truco, claro que, para lo que nos sirve…
a no ser… es posible que enredándonos de cierta manera…
Los hombres han
aprendido a matar con su cerebro, pero también mueren ellos. Los
Nantis dominan a la Humanidad enroscando sus tentáculos en el
cerebro.
Una nueva raza de hombres está aprendiendo a sobrevivir… ¿qué ocurre en el mundo?”.
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